De vez en cuando uno se topa con agradables sorpresas viajando por Europa. Los alemanes son para muchos un ejemplo de eficiencia empresarial y económica, sus empresas y sus productos están presentes en, me atrevería a decir, casi todas las casas del mundo.
Hace unos días el aeropuerto de Munich me sorprendió a su llegada con una ordenada configuración y señalización, al contrario que el confuso aeropuerto de Frankfurt, me sorprendió encontrar pantallas tactilestambién encontrar bebidas calientes (té, café) y prensa gratuita (en alemán solo), me sorprendió encontrar una sala donde cómodas tumbonas servían de descanso a los pasajeros que esperábamos una conexión, me sorprendió encontrar enchufes donde poder recargar mi teléfono y mi ordenador, me sorprendió encontrar ordenadores con conexión a internet gratuita, wifi gratuita durante 30 minutos, me sorprendió encontrar un negocio que ofrecía mini habitaciones donde poder dormir agradablemente (de pago).
En definitiva, una agradable sorpresa, este aeropuerto de Munich.
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