miércoles, 11 de septiembre de 2013

DOGGERLAND, LA ATLANTIDA EUROPEA

Los británicos de hoy en día se enorgullecen  de su idioma, su city, sus Juegos Olímpicos del 2012 y de su anti-europeísmo, pero lo que más les distingue es su insularidad, un hecho geográfico que les separa físicamente del resto de los europeos, hace solo 6.000 años la situación era bien diferente. 

Entonces se podía viajar a pie de uno al otro lado del Canal de la Mancha sin mayores problemas que llenarse los pies de fango. Esta masa de tierra sumergida en el Mar del Norte se llama Doggerland y en su lecho poco profundo aún hoy en día podemos encontrar numerosos restos de sus pobladores humanos.

Resulta complicado definir los límites de estas tierras perdidas. Se sabe sin embargo que se extendían desde las actuales costas de Holanda, Alemania y Dinamarca hacia el norte, varios cientos de kilómetros mar adentro. Así se explica que durante años los barcos pesqueros de arrastre hayan extraído abundantes restos de mamuts, leones, renos y otros animales, así como algunas herramientas prehistóricas usadas por los hombres de aquella época.

Se cree que Doggerland nació tras la última glaciación que sufrió Europa. Los hielos se retiraron dejando tras ellos un paisaje parecido al de la tundra rusa actual, una vasta llanura con suaves montañas de baja altura y surcada por dos grandes ríos (el Rin y el Támesis) que confluían para desembocar en el Atlántico.



Como los niveles de los mares y océanos subieron después del fin de la última etapa glacial de la era de Hielo actual , Doggerland comenzó a sumergirse en el Mar del Norte , aislando la Península británica de Europa continental , aproximadamente 6500 a. C. El Banco Dogger, el cual era una tierra alta de Doggerland, se cree que se mantuvo como isla hasta el 5000 a. C.. Antes de inundarse completamente, Doggerland fue una planicie ondulante con sistemas de ríos con meandros asociados a canales y lagos. Etapas claves se creen ahora que incluyeron la evolución gradual de bahías con una gran marea entre Inglaterra y el banco Dogger oriental en el 7000 a. C., con un aumento rápido del nivel del Mar produciendo que el Banco Dogger se convirtiera en una Isla y que Gran Bretaña finalmente se desconectara del continente. Este aumento coincide con la inundación del Ponto Euxino.

Una hipótesis más reciente es que gran parte de las tierras costeras restantes, ya muy reducidas en tamaño de la superficie original, fueron inundadas por un tsunami alrededor de 6200 a. C. (aproximadamente 8200 AP), causado por un corrimiento de tierra submarino costa afuera de Noruega conocido como el Corrimiento Storegga. Esta teoría sugiere que el tsunami derivado de este corrimiento de tierra fue devastador para cualquier población mesolítica costera. Después del tsunami de Storegga parece que Gran Bretaña finalmente se separó del continente y cada uno siguió su propio Mesolítico.



Muchos investigadores han bautizado Doggerland como “la Atlántida británica”, una definición no muy afortunada ya que estas tierras anegadas sí existieron y la ciencia lo confirma con evidencias materiales, a pesar de miles de años de erosión marina. Varias universidades de Inglaterra y Escocia (St Andrews, Aberdeen, Birmingham, Dundee y la Trinity San David de Gales  ) trabajan junto a buzos de compañías petrolíferas para recuperar este mundo perdido y ahondar en el conocimiento de la historia humana en los albores de la historia.

La exposición “Paisajes ahogados”, dirigida por el Dr. Richard Bates del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad escocesa de St Andrews, revela también la historia humana que hay detrás de Doggerland e intenta imaginar como fue la vida de estos hombres mesolíticos de un territorio hoy inexistente. En la muestra pueden verse objetos rescatados del fondo del mar y recreaciones en 3D de lo que algún día pudo haber sido el territorio inundado de Doggerland, la Atlantida del norte de Europa.




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