martes, 11 de junio de 2013

LA RIVIERA MAYA

Los mayas no erigieron demasiadas ciudades frente al mar, pero esto no significa que haya que desestimar una visita a las ruinas de alguna de las existentes. La combinación del encanto de sus milenarios edificios, el verdor de la selva y el cercano rumor de las cálidas aguas caribeñas hacen que nuestras vacaciones en la Riviera Maya nos ofrezcan algo más que playa y un tequila.

La ciudad de Tulum, a poco más de 100 km al sur, es una pequeña urbe del Postclásico que tiene una particularidad que no se repite en el mundo maya; está amurallada en la cara que mira hacia el interior, mientras que a sus espaldas la roca se despeña hacia el turquesa de las aguas caribeñas.




Allí encontraremos una estructura conocida como EL CASTILLO, una pirámide desde cuya cúspide se tiene una amplia visión del cercano mar. En el templo de los frescos se conservan varias pinturas murales y máscaras.

La ciudad de Cobá fue la gran capital maya de la región, una ciudad de cien km cuadrados frente a cinco lagos, que servía de punto de partida a varias rutas de la antigüedad. Dos espectaculares pirámides, el CASTILLO y NOHOCH MUL, ambas de más de 40 metros de altura son sus principales atracciones.


La costa caribeña de México es sobre todo conocida por Cancún, un lugar sin mucho encanto con una lengua de tierra adjunta de 22 km que acumula más de 100 hoteles y restaurantes donde aposentarnos y que fue un destino turístico planeado y construido por el gobierno durante el mandato del Presidente Luís Echevarría (1968-1976) siguiendo la sugerencia de la agencia gubernamental FONATUR, cuya función consistía en localizar lugares convenientes para el desarrollo del turismo.


No obstante, la soleada costa yucateca también cuenta con otros grandes atractivos turísticos para que nuestras vacaciones en la Riviera Maya (como muchos visitantes conocen al entorno cercano) sean más agradables de lo que uno piensa inicialmente; islas tranquilas como Isla Mujeres, Playa del Carmen, X'Cacel, Maroma, Holbox, etc, fascinantes yacimientos arqueológicos de Tulum, Cobá y Kohunlich, cenotes (piscinas naturales de agua en cuevas) y reservas naturales vírgenes como la Reserva de la Biosfera de Sian Ka'an en el extremo sur.



Tanto si lo odian como si lo adoran, la mayoría de los visitantes orbital en torno a Cancún y sólo se dedican a explorar los alrededores cuando están aburridos de pasar los días en la playa.

Para estos últimos, es decir aquellos que desean pasar unas vacaciones en la Rivera Maya sin hacer nada y sin privarse de nada, tomando el sol en playas paradisiacas y nadando en limpias aguas azul turquesa, Cancún y los aislados mega complejos de más al sur están hechos a su medida. La mayoría de los hoteles son autosuficientes, con sus propios restaurantes, piscinas, playas, discotecas, bares, galerías comerciales, centros de relax y oficina de contratación de excursiones.

La franja hotelera de Cancún, de aproximadamente 22 km en círculo no tiene números de portal, sino indicadores de la distancia aproximada en kilómetros entre los hoteles. Cada cierto trecho hay un centro comercial, llamados plazas, con tiendas de recuerdos, bares, restaurantes, cines, salones recreativos, etc.


 
Más allá de Cancún encontramos lo que muchos catálogos de mayoristas de viajes conocen como la Riviera Maya, grandes complejos hoteleros donde la mayoría de extranjeros que allí se hospedan apenas salen de los mismos para conocer las bellezas del estado de Quintana Roo.

Por lo tanto cuando contraten unas vacaciones en la Riviera Maya no se olviden de preguntar la ubicación exacta de su hotel, ya que no es lo mismo estar en la zona hotelera de Cancún que hacerlo en lo que se conoce como Rivera Maya.

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