viernes, 29 de agosto de 2008

EL OJO TURCO

Dicen que en Turquía, es imposible evitar ser el objeto de millares de miradas, todas provenientes de ojos azules y misteriosos. Esto se debe al talismán conocido como Nazar Boncugu, al cual conocemos comúnmente en español como "el ojo turco".

El ojo turco es un pequeño abalorio de vidrio en forma de ojo. El pequeño ojo es en realidad una especie de disco de vidrio, y la figura del ojo es creada por los de círculos concéntricos de distintos colores que lo componen.

Por lo general, el ojo consta de cuatro círculos, el primero, de afuera hacia adentro, suele ser de color azul oscuro. El siguiente es de color blanco, similar a la parte blanca del ojo humano. Después viene "el iris," siempre de color azul celeste, y lo que sería "la pupila", de color azul oscuro también.

Estos pequeños ojos azules son utilizados por los turcos como su amuleto de buena suerte por excelencia.

La principal función del ojo turco es de proteger a todo aquel que lo porte de nazar, es decir, del "mal de ojo".

El "mal de ojo" es la creencia que la mirada de ciertas personas puede ser tan poderosa y negativa que puede provocar algún mal, traer mala suerte o causar algún infortunio a otras.
Se dice que parte del origen de esta superstición proviene del antiguo Egipto. Al parecer, los egipcios creían que, a través de los ojos, salía la energía negativa y los malos sentimientos del ser humano. Por esta razón, cuentan, se les ocurrió utilizar un abalorio en forma de ojo, de alguna manera, para reflejar y rechazar ese poder.

En cuanto al ojo turco de color azul, se cree que esta tradición proviene de la región de Anatolia, península en el Oriente Próximo, a la cual se le identifica actualmente como la parte asiática de Turquía.

Historiadores documentan que su origen tiene mucho que ver con el pasado histórico de la propia Anatolia. En una época, pueblos nórdicos invadieron esta región. Estos invasores, quienes se caracterizaban por sus ojos azules, causaron gran sufrimiento y destrucción. Los pueblos de Anatolia entonces pensaron que estos invasores les estaban haciendo daño al echarles el "mal de ojo", y para contrarrestarlo, crearon un amuleto en forma de ojo similar a los ojos azules de los invasores, naciendo así el Nazar Boncugu.

Hoy en día, en Turquía, el ojo Nazar Boncugu se encuentra en cualquier sitio. Los turcos lo llevan en brazaletes, pendientes, collares, anillos, o simplemente sujetado a sus ropas con un imperdible.
Además, es práctica común observar que, dentro de sus autos, los turcos llevan uno de estos ojos de vidrio colgando de su retrovisor. No sólo eso. También se ven estos amuletos en sus hogares, en edificios, en las ropas de los bebés, hasta en páginas web y en los aviones de la propia aerolínea turca.

Es tan indispensable este ojo en sus vidas que para ellos es costumbre contar con lo que puede llamarse un buen suministro de estos amuletos en su hogar, pero no para ellos mismos sino para los demás. Es decir, los turcos tienen a mano una gran cantidad de estos pequeños ojos para obsequiar a sus amigos, invitados y a cualquiera que les visite en casa.

En cuanto a la técnica de elaboración de los ojos Nazar, esta es una tradición artesana milenaria, literalmente de más de 3.000 años de existencia.

Los auténticos ojos Nazar se elaboran a mano en pequeños pueblos en el oeste de Turquía. Expertos artesanos combinan su destreza con el poder de la figura del ojo y la intensidad del fuego para crear estos talismanes.

Los artesanos trabajan en humildes talleres de trabajo en cuyo interior se encuentran enormes hornos o calderas de piedra, los cuales albergan el fuego intenso y la leña de pino que lo alimentan. Es ahí donde comienza su creación.

Para su elaboración, se utilizan dos varillas de metal, una gruesa y otra delgada. El primer paso es sumergir la punta de la varilla de mayor grosor en una mezcla de arena de sílice, carbonato de sodio y caliza, es decir, la materia prima que después de fundirse se convierte en vidrio. También se utiliza el cobalto y el ópalo. La pequeña cantidad obtenida al sacar la varilla gruesa se utiliza para crear la base del amuleto. Después, se usa la varilla delgada para cuidadosamente añadir la parte blanca y azul del ojo.

El resultado final es el pequeño ojo turco, el cual se considera tan poderoso que aquellos que lo portan aseguran les protege no sólo contra el "mal de ojo" sino contra todo mal.

¿Quién no ha tenido alguna vez malas vibraciones?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy interesante tu blog. Enhorabuena.